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Cómo hacer RCP en perros: Las claves esenciales para una actuación rápida y eficaz

Perro siendo examinado antes de una maniobra RCP

Los perros son los mejores compañeros. Su amor infinito llena los hogares, pero también supone una gran responsabilidad. Cuidarlos es el mayor deber de los dueños y, por ello, tener conocimientos sobre cómo realizar la maniobra RCP puede ser clave.

Ojalá nunca tengas que utilizar esta maniobra con tus amigos perrunos, pero más vale prevenir que curar. Después de leer este post, sabrás cómo realizar la maniobra si tu mascota sufre una parada cardiorrespiratoria.

En definitiva, estarás invirtiendo tu tiempo para ganar en su seguridad. Al fin y al cabo, los animales como las personas, todos estamos expuestos a sufrir este tipo de problemas de salud en mayor o menor medida.

¿Qué es y para qué sirve la RCP en perros?

La RCP es un conjunto de acciones que se realizan para conseguir que el organismo vuelva a funcionar correctamente después de la parada. Por lo tanto, la maniobra de reanimación cardiorrespiratoria (RCP) en perros tiene el mismo objetivo que en las personas: salvar una vida que se detiene de manera súbita.

Cuando un animal sufre una parada, el oxígeno no llega a los órganos vitales y puede morir si no realizamos esta técnica. Para poder hacerla correctamente es necesario conocer algunas de las constantes vitales:

  • Pulso: podemos sentir la presión de la circulación sanguínea por la expansión de las arterias.
  • Frecuencia cardíaca: son los latidos que tenemos en un tiempo concreto. En los perros lo normal es entre 120 y 70, dependiendo de la edad del animal.
  • Frecuencia respiratoria: es el número de respiraciones que tenemos en un tiempo determinado. Lo normal oscila entre las 15 y 25 respiraciones por minuto.
  • Tiempo de llenado capilar: sirve para obtener información sobre la oxigenación de los tejidos. Puedes comprobar si es correcto presionando la encía hasta que pierda la coloración y comprobar cuánto tarda en volver a su estado normal. No debería exceder los dos segundos.

¿Cuándo deberíamos realizar una maniobra de RCP a un perro?

Como en los humanos, esta maniobra no sirve para todos los problemas fisiológicos que pueda tener un animal. Está indicada en situaciones donde existe una parada cardiorrespiratoria, pero lo primero debe identificar cuál es la causa que lo provoca. No obstante, algunos de los casos más frecuentes donde puede realizarse esta maniobra RCP pueden ser los siguientes:

  • Shock: pueden ser de diferentes tipos y bloquean el correcto funcionamiento de los órganos vitales.
  • Intoxicación: comer algunos alimentos o productos químicos pueden comprometer la respiración de nuestro perro.
  • Traumatismos: los golpes en la zona de la cabeza pueden tener consecuencias que afecten a la salud cardiopulmonar de nuestra mascota.
  • Asfixia: esta es una de las causas más frecuentes en los perros, al comer algo queda atrapado en las vías respiratorias.

En cualquiera de estos casos, la maniobra RCP sería recomendada para perros. No obstante, si tienes un veterinario cerca avísalo cuanto antes para que, como profesional, pueda actuar. Mientras tú podrás ayudar a tu mascota con esta técnica.

Realizar la maniobra RCP en perros paso a paso

Antes de empezar a practicar la maniobra comprueba si tu mascota responde a los estímulos. Si no responde, verifica sus constantes vitales. Si detectas que no está respirando, revisa que sus vías respiratorias estén despejadas y no haya nada atrapado.

Por lo tanto, si no responde a los estímulos, sus constantes vitales son anormales, no respira y no tiene nada atragantado; es el momento de realizar la maniobra:

  • Primer paso: extiende la cabeza del perro para que el aire pueda pasar y mantenlo recostado hacia el lado derecho para poder realizar el masaje cardiaco correctamente.
  • Segundo paso: sujeta firmemente la cabeza e insufla aire directamente en su boca.
  • Tercer paso: realiza un masaje entre el tercer y quinto intercostal. Debes colocar una mano sobre la otra para realizar las compresiones, siempre teniendo en cuenta el tamaño del animal para no lesionarlo.

Por cada 15 compresiones debes realizar cinco respiraciones en perros grandes. Mientras que, para las razas pequeñas, por cada 10 compresiones deben ser tres respiraciones. Una vez que el perro comience a respirar debes llamar o acudir a tu centro veterinario.

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